La Senda de Camille es la gran travesía con mayúsculas del Pirineo occidental. Un paraje espectacular marcado por las formas caprichosas de las rocas sedimentarias, con sus cumbres escultóricas como; el Aspe (2.640m), el Bisaurín (2.670m) o el Castillo de Acher (2.384m), Frondosos valles de bosques subalpinos y montanos como la Selva de Oza. collados panorámicos, prados, ríos e, incluso, lagos de origen glacial como el precioso Ibón de Estanes.
El Pirineo Occidental es uno de los lugares más auténticos e inhóspitos de toda la cordillera, alejados de los grandes centros turísticos del esquí. Sus valles, bosques y montañas todavía guardan aquí la verdadera esencia pirenaica.
Entre estas montañas vivió y pasó sus últimos días Camille, último oso autóctono del Pirineo, heredero final de esta especie tan simbólica para nuestra tierra, el cual eligió este lugar para vivir. Seguramente no fue casualidad y quizá esa sea la razón por la que estos valles conservan una magia tan especial.
La Senda de Camille toma hoy con honores el nombre del último oso pirenaico.
La travesía tiene un total de 120 km y 7.400m de desnivel positivo acumulado. Es de tipo circular y está estructurada en 7 etapas de largas distancias y fuertes desniveles que conectan refugios y albergues y que nos ocuparán toda la jornada. Sin embargo, durante el día tendremos tiempo para detenernos a descansar, admirar las vistas, sentir la magia de los bosques, hacer las fotos de rigor y respirar aire puro.
Siete etapas moviéndonos por un territorio bellísimo y salvaje a caballo entre los valles aragoneses más occidentales de Aísa, Osia, Echo y Ansó y de las francesas Aspe y Lescun. Conoceremos a fondo el Parque Natural de los Valles Occidentales y su vecino transfronterizo, el Parque Nacional de los Pirineos.